Vivimos en una era virtual y podemos hacer prácticamente cualquier cosa cuando estamos conectados a internet, ya sea desde una computadora, un teléfono celular o una Tablet. La comodidad que nos brinda el estar siempre conectados es inigualable, pues desde cualquier lugar podemos hacer las compras, pagar nuestras cuentas, comunicarnos con familiares y amigos, tener acceso a información de último momento e incluso realizar visitas virtuales a lugares del otro lado del mundo en tiempo real. Si bien, las modificaciones que conlleva el estar siempre conectado a la red pueden traer muchos beneficios, es cierto que para algunas personas puede resultar complicado adaptarse a un estilo de vida en que la interacción se hace a través de una pantalla. Con esto en mente, dedicaremos este breve artículo a hablar de las ventajas y desventajas a las que nos podemos encontrar con una de las herramientas más poderosas que encontramos a nuestro alcance en nuestros días gracias al internet: la educación en línea.
Como es bien sabido, para adquirir conocimientos académicos, tanto en un sistema formal como informal, tradicionalmente se tiene que acudir a un espacio físico, llámese escuela, instituto, centro cultural, parque o plaza, en el que al menos un par de personas se reúne para compartir, recibir o intercambiar su conocimiento sobre un tema en específico o bien, destrezas o habilidades. En el caso particular de los diferentes niveles que componen un sistema educativo lo convencional es que el interesado en obtener un grado se matricule en la modalidad escolarizada, esto es, asistiendo en un horario definido al centro educativo en el que recibirá instrucción de la planta académica. Los métodos empleados para la evaluación de los conocimientos y habilidades adquiridos responden al tipo de instrucción y por lo regular consisten en la presentación de exámenes, resolución de ejercicios, tareas y otras actividades complementarias que permiten al profesorado determinar si el alumno ha aprendido.
Con el paso del tiempo surgieron alternativas al sistema escolarizado tradicional, como el sistema abierto en el que, a pesar de que no es necesario que el alumno acuda con la misma frecuencia al centro educativo, sí puede tener que recibir asesorías o presentar exámenes de manera presencial. Este sistema resultó una excelente opción para las personas que, por circunstancias laborales, familiares, de salud o bien, por los problemas que podría representar trasladarse hasta el centro educativo, y ha permitido a millones de estudiantes concluir su formación a diferentes niveles educativos.
Más tarde, con la sofisticación de las tecnologías de la comunicación, se hizo posible la creación de la modalidad a distancia o en línea, que permite a los interesados recibir una formación educativa formal suprimiendo las exigencias de acudir a un centro educativo en un horario determinado. La flexibilidad de horario y la libertad que otorga el poder estudiar incluso la universidad en línea ha contribuido a que el número de personas inscritas en la modalidad a distancia en escuelas, institutos y universidades de todo el mundo incremente día con día, pero son también los buenos resultados que ha arrojado esta modalidad la que ha permitido su crecimiento. Sin embargo, ¿será una modalidad de estudios adecuada para todos?
Como ya mencionamos al inicio de esta entrada, a algunas personas puede resultarles complicado adaptarse a la rápida expansión de la comunicación virtual, puesto que implica realizar algunos cambios en el estilo de vida y requiere de cierta tecnología que en algunas ocasiones, por falta de recursos económicos, no disponemos. Si existe esta problemática incluso para tareas de lo más cotidianas como puede ser realizar una llamada telefónica ¿qué implicaciones puede tener en el mundo académico?
Sin intentar profundizar en las metodologías, materiales y otros aspectos que competen al campo de la pedagogía, pensemos únicamente en lo que puede exigir de una persona el realizar estudios de preparatoria o universidad en línea. En primer lugar, al tratarse de una modalidad que ofrece toda la libertad en cuestión de tiempo de estudio, exige organización por parte del alumno así como disciplina. En un centro educativo, debido a los requerimientos que el sistema escolarizado impone, como asistencia y puntualidad, no hay otra opción más que seguir las reglas y asistir a tiempo a las clases, pero al estudiar en línea nadie controla cuánto tiempo dedicas al estudio ni monitorea los métodos que empleas para aprender. En este punto la frase “a mayor libertad, mayor responsabilidad” cobra todo el sentido. La modalidad a distancia requiere que el alumno se organice para dedicarle el tiempo necesario a estudiar los temas, repasarlos y preparar los trabajos y exámenes que periódicamente se le solicitan, por ello, una persona que tiene dificultades para organizarse, que tiende a procrastinar o que tiene dificultades para comprometerse, difícilmente podrá sacarle todo el provecho a los estudios en línea.
En segundo lugar encontramos dos aspectos que resultan determinantes en cualquier ámbito para que una persona alcance sus objetivos: la motivación y el compromiso. Estudiar la universidad en línea, el bachillerato e incluso seguir un curso de idiomas o manualidades por internet, en caso de que el interesado quiera obtener resultados satisfactorios y concluir con su formación, es necesario que se mantenga motivado pues de lo contrario abandonará sus estudios. La motivación tiene mucho que ver con el nivel de compromiso, la organización y la constancia, ingredientes clave para obtener avances o resultados notorios, que son lo que nutren esa motivación. Es por ello que una persona que se distrae fácilmente, cambia sus objetivos constantemente o no tiene claridad en lo que desea, difícilmente se podrá adaptar a una modalidad de estudios en línea.
El último punto a mencionar es la interacción personal. Aunque los programas educativos en línea se diseñen cuidadosamente y se conozcan muchos casos de éxito, la falta de convivencia con otras personas durante el proceso educativo puede ser un obstáculo para que continúen con sus estudios, ya sea por falta de motivación o porque les hace falta socializar para enriquecer su proceso de formación.
Como puedes notar son muchas las ventajas de realizar tus estudios en línea, pero exigen mayor atención en ciertos detalles para que resulten provechosos. En Prepa ITEL te recomendamos que antes de comenzar tus estudios de preparatoria o universidad en línea valores si es lo que realmente te conviene e identifiques en qué tendrías que poner mayor esfuerzo para lograr concluir tus estudios a distancia satisfactoriamente.