Todo el mundo está cambiando, sin importar la región, el estatus o la nacionalidad, ningún individuo escapa a las transformaciones que trae consigo el devenir. El tiempo tras su paso realiza modificaciones, ya sean mínimas o de gran impacto, en todos los elementos tanto naturales como humanos y en todas las esferas en las que se desenvuelven las vidas. Los humanos, a diferencia de los demás seres de la naturaleza, poseemos la capacidad de ser conscientes de los cambios, se trata de una virtud tanto ventajosa como su contrario, pues concebimos tanto los regalos como las pérdidas que traen consigo los años. No vale lamentarse, hay que aceptar que las cosas se modifican e incluso que nosotros nos modificamos con ellas. Tal es el caso de la educación, la cual, pese a su diversidad u homogeneidad, se mantiene en constante tránsito.
No todos los pueblos de nuestro tiempo cuentan con programas de enseñanza similares, pero la gran mayoría comparte muchos aspectos, por ejemplo, el modelo tradicional de enseñanza que depende de la presencia de un tutor y un pupilo. Esta relación se ha visto transformada por algunas propuestas educativas (como la licenciatura en línea), lo cual no implica un perjuicio sino un gran beneficio ya que se ha diversificado al grado de crear alternativas más acordes a una época en la que predomina la pluralidad y la multiplicidad.
Se ha comprobado que la educación se remonta desde tiempos milenarios. Y ¿cómo no iba a ser así, si nuestra especie depende totalmente de la enseñanza y la transmisión de saberes para acoplarse al mundo, lograr sobrevivir y evolucionar? Podría por ello afirmarse que en realidad la humanidad inicia cuando inicia la educación. En las civilizaciones, ésta se impartía de manera desigual pues sólo a las clases altas les eran transmitidos saberes como la matemática o la escritura (ejemplo de ello son los casos de los indios y los egipcios), mientras que al pueblo y las clases no privilegiadas, les proporcionaban conocimientos básicos para su sobrevivencia en la sociedad.
Los griegos hicieron un gran avance pues a partir de ellos la educación se democratizó y se volvió más accesible para la gran mayoría del pueblo, aunque estos compartían algunos rasgos exclusivistas pues las mujeres no podían gozar de los mismos privilegios. Sin embargo, podemos decir que el modelo educativo de casi todos los países es heredero de la paideia del pueblo griego.
Como quedó mencionado párrafos anteriores, las enseñanzas se definían según la relación presencial entre maestro y aprendiz, profesor y alumno. La presencia física de estos dos elementos era necesaria para todo proceso educativo, o mejor dicho, tal relación era la piedra angular de toda la educación en el pasado. En el presente se sigue conservando esta forma de transmitir saberes, evidencia de ello es el sistema escolarizado, el cual, funge como modelo estándar en muchos países alrededor del planeta. Sin embargo, hace apenas unas décadas, dicho modelo sufrió una transformación sustancial que no desapareció la relación tutor-educando, sino que la diversificó y la amplió con tal de volverla más accesible. ¿De qué transformación hablamos? De la educación por medio de plataformas virtuales y a distancia.
La licenciatura en línea es sin duda el ejemplar más claro de esta nueva forma de aprender y enseñar, no en vano son cada vez más las personas que ingresan a este nuevo sistema basado en las tecnologías de la información. La relación presencial entre un asesor y un educando ya no es indispensable para obtener de manera oficial un certificado oficial, también puede optarse en la actualidad por un camino más versátil y plural que no exija someterse rígidamente a un programa educativo. En nuestro país, la transmisión de saberes a través de medios digitales es todo un éxito, lo cual queda justificado en los miles de jóvenes y adultos que se certifican cada año.
La enseñanza a través de internet en México, se basa en el sistema abierto implantado por la SEP durante la década de los 80s. La finalidad de la educación abierta es volver más flexible el estudio para aquellos que no pueden asistir a las aulas de manera presencial o que no cuentan con el tiempo necesario para estudiar según el modelo estándar y rígido. Dicha finalidad se ha cumplido consiguiendo que disminuyan en nuestra nación los niveles de rezago educativo.
La educación abierta se volvió todavía más versátil con la aparición y la democratización de las tecnologías de la información como el internet y las computadoras. Desde entonces incluso puede estudiarse a distancia sin asistir a aulas físicas (en el caso del sistema abierto se debe acudir a los centros de enseñanza cierto periodo de tiempo, por ejemplo, en los cursos sabatinos) gracias al surgimiento de las aulas virtuales. Por tal motivo, ya no hay pretextos para no decidirse a estudiar y concluir con formalidad y de manera oficial los estudios tanto del bachillerato como de la universidad.
Si no has concluido la preparatoria a causa de diversos problemas e impedimentos, puedes hacerlo por medio de excelentes instituciones como ITEL. Una vez concluido y obtenido tu certificado de bachillerato, te recomendamos estudies una licenciatura el línea para que tus actividades extraescolares no se vean interrumpidas con el modelo rígido y escolarizado. Para cursar la prepa a distancia o una licenciatura en línea sólo necesitas de un equipo de cómputo y una conexión a internet. Decídete a cumplir tus metas y concluye tus estudios, en ITEL te apoyamos con todo lo necesario para que lo hagas cómodamente y sin dificultad.